Esperando el retorno de los saberes de subsistencia
Resumen
En Némesis Médica, Ivan Illich (1976: 222) escribía: «Los agudos problemas de personal, dinero, acceso y control que acosan a los hospitales en todas partes pueden interpretarse como síntoma de una nueva crisis en el concepto de la enfermedad. Ésta es una crisis verdadera porque admite dos soluciones opuestas y ambas hacen anticuados a los hospitales actuales. La primera solución consiste en aumentar la medicalización patógena de la asistencia a la salud, expandiendo más aún el control clínico de la profesión médica sobre la población deambulatoria. La segunda es una desmedicalización crítica, científicamente justa, del concepto de enfermedad».Algo del análisis de la crisis de la medicina hospitalaria de final de los años setenta se puede aplicar al examen de la crisis de la economía en 2008 y 2009. De esta última también se puede decir que es una crisis verdadera porque, primero, admite dos actitudes políticas opuestas y, segundo, vuelve anticuadas la mayoría de las ideas corrientes sobre lo que es verdaderamente la economía. Las dos políticas opuestas frente a la crisis de la economía son, por un lado, un incremento patógeno de la dependencia de la gente hacia los mercados y, por otro, una renuncia selectiva, progresiva, crítica y científica a ciertas mercancías y algunos servicios.
La crisis de la medicina hospitalaria de hace treinta años desembocó en la transformación de la medicina en un sistema biomédico tentacular y el aumento concomitante de la medicalización patógena de la sociedad y de los costos médicos. Mi esperanza se funda en mi convicción de que la crisis actual de la economía es una invitación a la segunda opción política.