EL ENSILADO EN LA ALIMENTACIÓN DEL VACUNO DE LECHE. RESULTADOS DE QUINCE AÑOS DE EXPERIENCIAS EN CANTABRIA
Resumen
Durante 15 años se analizaron 49 dietas de vacas lecheras con ensilados maíz, sorgo x Sudán, trigo, veza-avena, triticale, trébol rojo, alfalfa, hierba de prado sembrado de raigrás inglés y trébol blanco con mínimo aporte de concentrado de diferente fuente energética y proteica; tipo de conservante añadido al ensilado (ácido fórmico, ensilado de maíz y maíz deshidratado); fermentados en silos plataforma, rotopaca y macrobolsas y diferentes suplementos forrajeros (ensilados de maíz, maíz deshidratado y alfalfa deshidratada) con el objetivo de estudiar el consumo de materia seca, excreción de nitrógeno, producción de leche y características de la fermentación ruminal. Los resultados mostraron ingestiones medias diarias de materia seca total, ensilado y concentrado de 16,6±2,8; 11,9±2,2, 4,13±1,2 kg respectivamente. El mayor consumo de proteína se registró en los de trébol 3,32±0,34 y alfalfa 3,11±0,34 kg d-1 (P<0,05), e intermedios los de pradera 2,7±0,60 kg. Para el conjunto de dietas el porcentaje de proteína degradable en rumen respecto a la proteína bruta total fue del 82% (2,29±0,64 kg d-1) y 0,95±0,63 kg d-1 la proteína no degradable. La energía metabolizable ingerida fue 175±31 MJ d-1 y la relación nitrógeno degradable en rumen por MJ de energía metabolizable de 1,99±0,52 g MJ-1, mayor en los ensilados de trébol 2,37 g MJ-1 (P<0,05). En todos los casos, la fibra neutro detergente no fue limitante (7,5±1,1 kg d-1), con máximos en los ensilados de triticale (9.55 kg, P<0,05) y mínimos (7,0 kg) en los de trébol. El almidón ingerido fue bajo 2,4±0,69 kg d-1. La digestibilidad in vivo de la materia orgánica y materia seca para el conjunto de dietas fue 73,5±6,3% y 70,4±5,9% respectivamente.
La ingestión diaria de nitrógeno, el excretado en heces, orina y leche fue 444±116; 156±56; 138±41 y 84±116 g respectivamente. El máximo consumo de N se registró en los ensilados de leguminosas 528±54 g d-1 y el mínimo de 186±63 g en los cereales de primavera (P<0,05). El consumo de N se relacionó positivamente con la ingestión de materia sea (r2=0,70) y, en menor medida, con el concentrado (r2=0,33). La variable mejor relacionada con la excreción de N en heces y orina es el N ingerido (r2=0,72 y r2=0,64) respectivamente, sin respuestas significativas para el N excretado en leche (g d-1). El porcentaje de N recuperado en leche respecto al ingerido disminuyó 0,003 unidades porcentuales por gramo de N ingerido, dentro del rango 90 a 650 g N ingerido por día.
La producción media de leche para el conjunto de experimentos fue 17,8±3,7 kg d-1, con máximos de 20,4 kg en ensilados de veza-avena y 19,9 kg los de alfalfa (P<0,05). Los mayores porcentajes de grasa se registraron en los ensilados de trébol 4,16% y 4,17% los de triticale (P<0,05) y la proteína de 3,18% en los de trébol (P<0,05). Ninguna variable nutricional manifestó relaciones robustas con la grasa, proteína y urea en leche; sin embargo, la concentración de fibra neutro detergente del ensilado se relacionó negativamente con la proteína de la leche y positivamente con la ingestión de energía metabolizable.
El pH ruminal fue fisiológicamente normal (6,45±0,25), excepto para los ensilados de trigo (6,03), relacionado negativamente con el consumo de almidón (r=-0,21 P<0,01) y r=-0,19 P<0,01 con el porcentaje de concentrado incluido en la dieta. La concentración de N-NH3 (mg l-1) fue elevada 174,1±32,4, con máximos en los ensilados de alfalfa (198,2 mg L-1) y mínimos de 91,8 en los de trigo, siendo el almidón la variable mejor relacionada positivamente (r=0,31 P<0,01) y, de forma negativa, la ingestión de fibra neutro detergente (r=-0,36 P<0,01).
Palabras clave: forraje conservado, ingestión, producción láctea, excreción.