Estadística, Delito e Inmigrantes
Resumen
En los últimos meses han venido apareciendo diversas noticias en los medios de comunicación relativas al incremento de la delincuencia en el año 2001, y en casi todas ellas se relaciona este aumento con la inmigración.
«El ministerio de Interior atribuye a la inmigración el aumento de la criminalidad en más de 9.8%», decía un titular de El País, 3 de Enero, 2002. «El director de la policía achaca a la inmigración irregular la subida de la delincuencia en un 10.52%», decía otro en El Pais, 11 de Febrero, 2001.
En estos artículos se puede leer que «según fuentes consultadas, ese efecto ha provocado la llegada masiva de inmigrantes 'sin ganas de trabajar, únicamente con animo de delinquir'», o que «la policía afirma que el 50% de los delitos conocidos fueron cometidos por extranjeros», que «la media española de homicidios es 2,61 por cada 100.000 habitantes, la mas alta de la Unión Europea» o que «Zapatero sostiene que 'las cuotas de inseguridad' en España han subido hasta niveles nunca registrados».
Las dos cuestiones que aquí se relacionan, delito e inmigración, son ambas motivo de una gran preocupación social y un tratamiento alarmista, simplista o superficial de las mismas puede tener efectos muy negativos para el conjunto de la sociedad. Pero en el caso del tratamiento que se ha dado a estas cuestiones en los últimos meses sucede además algo mucho más grave: los datos y conclusiones presentados son en gran medida complemente erróneos, cuando no falsos.
La intención de este texto es apuntar a algunos de los errores y equivocaciones existentes en la presentación de aquellos datos en los que se establece una relación entre la delincuencia y la inmigración, además de presentar algunos criterios alternativos para el análisis de estos fenómenos.