Las primeras patentes de hormigón armado. Algunas patentes españolas = The First Reinforced Concrete Patents. Some Spanish Patents
Resumen
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El desarrollo industrial de Europa en la segunda mitad del siglo XIX, y la progresiva concentración de fábricas en la periferia de ciudades, obligó a constructores y técnicos a buscar una alternativa a las estructuras tradicionales (madera, fábrica o metálicas).
La concentración de edificios industriales que se produjo en las periferias urbanas, unida a una incipiente falta y/o especulación de suelo, obligó a construir edificios en altura, con estructuras y forjados capaces de soportar con seguridad cargas importantes.
Este crecimiento urbano implicó, además, una nueva escala de las infraestructuras urbanas, que se adecuaron al tamaño y necesidades de las nuevas ciudades. Los materiales utilizados hasta el momento para su construcción no podían asumir ese reto: Era necesario inventar el hormigón armado.
Parafraseando a uno de los principales impulsores del hormigón armado en Europa a finales del siglo XIX, Francois Hennebique, era necesario levantar estructuras que estuviesen dimensionadas y construidas para: "Soportar grandes cargas, ser rígidas, ser duraderas y resistir cargas de fuego importantes".
Se describen e ilustran las primeras patentes españolas de hormigón armado.
Abstract
Industrial development in Europe in the second half of the nineteenth century and the gradual concentration of factories in the outlying areas of cities obliged builders, architects and engineers to seek an alternative to traditional structures (wood, masonry or metal).
The concentration of industrial buildings in the outskirts of urban areas, together with an incipient lack of land and/or land speculation, made it necessary to erect high buildings with structures and floor slabs able to safely support significant loads.
This urban growth also involved a new scale of municipal infrastructures, which were adapted to the size and needs of the new cities. The construction materials used up until then could not measure up to this challenge, so the need for reinforced concrete arose.
To paraphrase one of the main promoters of reinforced concrete in Europe in the late nineteenth century, François Hennebique, there was a need to erect structures dimensioned and built to: "Bear great loads, be rigid and durable and withstand significant fire loads",
The first Spanish patents for reinforced concrete are described and illustrated.
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