La ciudadanía emergente y sus síntomas
Resumen
Cuando hablamos de ciudadanía nos estamos refiriendo a un proceso y, por lo tanto, a una dinámica social, en sentido histórico, de cambio y de movimiento. Pero la ciudadanía es un proceso que tiene un objetivo que no es otro que la construcción de una condición: la de ciudadano. El ciudadano es el sujeto que tiene derechos y deberes políticos y en consecuencia responsabilidad sobre la gobernabilidad de una ciudad, de una nación, de un estado. Originariamente la polis es el lugar ocupado (el hábitat) y apropiado por el sujeto que desarrolla derechos y deberes políticos como estrategia para satisfacer las necesidades humanas. Ya en estas primeras consideraciones se intuye una enorme complejidad en el concepto de ciudadanía, una múltiple asociación entre lo que es dinámico y lo que es estático, también entre lo físico y lo social, complementa, por tanto, esferas muy diferentes, es un equilibrio entre ellas, es una síntesis momentánea que a la vez finaliza (en un contexto, en un espacio) y continúa en un proceso dinámico.