La crisis de la razón
Resumen
Frente al desarrollo urbano desequilibrado y sin límites, y en contra de la imposición del emergente modelo de ciudad extensiva, en la que la comunidad social desaparece, surge una actitud que defiende la persistencia del modelo de ciudad mediterránea de mediano y pequeño tamaño. Ciudades donde se fomente el contacto, el intercambio y la comunicación; donde se promueva la estabilidad y la cohesión social, la diversidad y las identidades culturales; donde se respete el carácter de los barrios, los espacios públicos y los edificios con significado histórico y cívico; donde se mejore la habitabilidad y la accesibilidad; y se proteja el trabajo, la salud pública y la seguridad. Ciudades donde, según la afortunada expresión del ecólogo Enrique Figueroa, «la calle sustituya al sillón del psicoanalista».