Sostenibilidad y racionalidad de los procesos de urbanización
Resumen
Aunque la materia a tratar no es el tema de la insostenibilidad en sí misma sino los instrumentos a los que podemos recurrir para paliarla, resulta imprescindible hacer una reflexión previa.
Ante la afirmación: las ciudades son insostenibles, cabría preguntarse ¿de verdad lo creen los ciudadanos, los políticos, los urbanistas, los economistas? Mi impresión personal es que no. Como mucho suele pensarse: «a lo peor, en un futuro, si seguimos así habrá que hacer algo. Pero, de momento ¡qué locura!, ¡decir que las ciudades son insostenibles! No hay más que ver la salud y la vitalidad del sistema urbano». En realidad éste es el pensamiento generalizado, no sólo entre la ciudadanía, sino también entre buena parte de los profesionales que se dedican a construir la ciudad.
Mientras este convencimiento no cale en la sociedad, en los políticos, en los empresarios o en los urbanistas ya podemos planificar sofisticados instrumentos para paliar esta insostenibilidad (supuesta), que no servirán de nada. Para empezar, por tanto, propongo dos estrategias, que no instrumentos, previas. Estas estrategias buscan allanar el camino a la consideración real y efectiva de los instrumentos que luego pretendo mencionar.