Niñ@s, ciudadan@s peligros@s
Resumen
"Niños, en la calle no se juega. En la acera no se enreda". Esa es la enseñanza que se transmite a las nuevas generaciones de ciudadanos. Los peatones y sobre todo, los niños que cometen imprudencias son tachados de peligrosos. Según esta versión de la seguridad vial, el comportamiento arriesgado de los pequeños es la causa de sus accidentes.
El mensaje que social e institucionalmente se está implantando considera que un individuo de treinta kilos de peso corriendo detrás de su pelota es un ser peligroso al que hay que adiestrar. En cambio, una máquina de mil kilos surcando las calles a más de sesenta kilómetros por hora no lo es. Quien debe tener cuidado y retirarse para no causar problemas es el menor de edad, el que todavía no tiene responsabilidad civil; por el contrario, el conductor, que por su condición supera los dieciocho años, tiene todas las prerrogativas y bendiciones para campar por sus respetos en las calles de la ciudad. Cuanto más corra, mejor, más fluido será el tráfico.