Procesos compartidos: Los constructores de eventos

Resumen

Resumen

Los procesos creativos comparados en danza y arquitectura constituyen un panorama capaz de alumbrar una realidad con connotaciones perceptivas distintas. Se trata de una realidad donde lo relevante es la inmersión en los fenómenos espacio temporales, la experiencia del contacto del espacio de nuestro cuerpo con la esencia espacial que está fuera del límite de nuestra piel. Desde el punto de vista arquitectónico la danza aparecería como una disciplina clave, como un laboratorio donde indagar con total libertad en los conceptos relativos al sistema cuerpo y espacio y por consiguiente en las herramientas necesarias para trabajar con ellos. Uno de los ejemplos más signifi cativos de este laboratorio que se consolida en la intersección de los procesos coreográficos y arquitectónicos será la colaboración entre Lawrence Halprin, arquitecto paisajista, y Anna Halprin,
coreógrafa. A través de la experiencia directa del cuerpo en el espacio desarrollarán notaciones y ciclos creativos capaces de trabajar con el material que nos proporciona esta percepción expandida. La revisión de estos ciclos creativos desarrollados principalmente en los años sesenta es
especialmente pertinente en este momento cuando desde la fi losofía, diversas ramas- cuyas raíces son relativas a la fenomenología- se interesan precisamente por la danza y la arquitectura como territorios clave. Parece el momento oportuno para expandir las herramientas arquitectónicas que hasta al momento se han puesto en marcha de forma general desde los intereses fenomenológicos.

Abstract

The comparison between the creative processes in dance and architecture constitute a panorama, which is able to fi gure out reality with different and intense perceptive connotations. It is about a reality where the important thing is the immersion into the spatial-temporal phenomena, the contact of the space of our body and the spatial essence that is outside our skin limits. Under an architectonical point of view, dance would be a key  discipline, a laboratory where it is possible to freely explore the concepts related to the body-space system, consequently it is also a good frame to seek the necessary tools to work with them. One of the most important examples of this laboratory consolidated in the intersection of choreographical, and architectonical processes is the collaboration between
Lawrence Halprin, landscape architect, and Anna Halprin, choreographer. Through the direct experience of the body in space, they will develop notations and creative cycles able to work with the material of this expanded perception of reality. The review of these creative cycles tested mainly in the sixties is nowadays specially appropriated, when diverse branches of philosophy rooted in phenomenology are interested precisely in dance and architecture as key territories. It seems that it is the opportune moment to expand the architectonical tools, which have been implemented till now, following phenomenological concerns.