Este mundo de la injusticia globalizada

José Saramago

Texto completo:

PDF

Resumen


La campana siguió sonando unos minutos más, y finalmente calló. Instantes después se abría la puerta y un campesino aparecía en el umbral. Pero, no siendo éste el hombre encargado de tocar habitualmente la campana, se comprende que los vecinos le preguntasen dónde se encontraba el campanero y quién era el muerto. «El campanero no está aquí, soy yo quien ha hecho sonar la campana», fue la respuesta del campesino. «Pero, entonces, ¿no ha muerto nadie?», replicaron los vecinos, y el campesino respondió: «Nadie que tuviese nombre y figura de persona; he tocado a muerto por la Justicia, porque la Justicia está muerta».

Enlaces refback

  • No hay ningún enlace refback.